Quiero un libro de poesía

Quiero un libro de poesía esperanzadora
versos de sonrisas que no lloran
quiero un mundo de críticas constructivas
y de alegrías tranquilas
Quiero universos que ayer anhelaba
dejé de esperar tumbada
ahora me levanto y creo
y hago como que recito credos.

Hoy conformo yo las letras
que prescinden del dolor
pienso y escribo mis juegos
e imagino con sabor,
con olor puro e inocente,
con temprano y con calor.
Quiero un libro de poesía y de amapolas
positivo y sin tempestades,
si con «holas»
me cansé de los «a Dioses»
hoy me pongo un filtro rosa
que me haga ver la tierra
terrestre, terrenal y terrosa
que me haga ver la luz
y no verla aterradora

Quiero, quiero, quiero y quiero
quiero y quiero tantas cosas
que quererlo tanto puede
acabar con toda losa
que me impida a mi alcanzarlo
que me corte sí cambiarlo
el querer-lo-puede todo
perseguirlo y que me inunde
y sin filtros yo lo canto
y quien corta…¡qué costumbre!

Me inunda por dentro,
y por fuera
y por mucho que alguien no quiera
yo lo quiero y lo deseo
es el cambio,
es mi cambio
es alegre, es temprano.

Y llega la mañana
y el despertador se olvida de hacer su función.
Me quito las legañas,
ya empieza la actuación.

Quiero un libro de poesía…
y quiero que sea divertida y bonita.

-Quiero un libro de poesía…-
dijo, mientras escribía.

Elena

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